Golpe de nostalgia: La vida moderna de Rocko

No, no estamos en los 90, seguimos en 2019.

El nuevo especial de Netflix de La vida moderna de Rocko tiene un concepto interesante y muy meta, ya que nuestros queridos y recordados personajes caen en el siglo 21 y deben no sólo aprender a vivir en un mundo muy diferente al que dejaron (Rocko, creo que ya no estamos en los 90's), sino que además se embarcan en una misión para encontrar a Ralph Cabezagrande y traer de vuelta su caricatura preferida: Los Cabezagorda.

Si, uno de nuestro dibujos animados de la infancia y no tan infancia vuelve para recuperar un poco de esa simpleza y absurdidad que tenía la vida en tiempos más simples y de menor contaminación tecnológica tratando de recuperar él mismo la caricatura que lo hacía feliz en una vida pasada.

20 años han transcurrido y el mundo es muy diferente a lo que era. Este especial cumple en mostrarnos como la tecnología, las redes, y el estar siempre en la última noticias dominan nuestras vidas actuales. Sin embargo, aunque encuentro el concepto fascinante, al principio me costó un poco reencontrarme con el Rocko que dejé en mi infancia en los 90, yo al igual que Rocko buscaba quizás repetir algo en lugar de dejarlo cambiar.

Y es que los recuerdos tienen algo muy poderoso, la nostalgia de su lado que hace que recordemos como si todo tiempo pasado hubiera sido mejor. Cuando decimos que queremos volver a un tiempo atrás, no queremos transmutarlo al presente realmente, sino que queremos conservarlo tan perfecto como lo recordamos. Es lo que le ocurre a Rocko con los Cabezagorda, y lo que me ocurre a mi con Rocko.

Es muy difícil traer algo de vuelta 20 años después con el esplendor con el que vive en nuestros recuerdos. Y sin embargo al mismo tiempo golpea tan cerca de casa, el afán de Rocko de traer algo querido de vuelta -¡y con las voces originales!- es el afán de todos nosotros por detener el tiempo un ratito y volver a disfrutar de algo que una vez hace tiempo nos arrancó sonrisas.

En tiempos en los que todo vuelve en forma de 3D o live action, es fascinante verlo expresado tan abiertamente. Es como si te gritara "¿Esto es lo que querías? ¡Acá lo tenés!", pero hay un poco de autocrítica también a cómo estamos desempolvando sin vergüenza el pasado. Y es que la nostalgia tiene un poder de venta muy fuerte.

Pero también es realmente muy importante para los tiempos que corren y digerir cómo ha cambiado el mundo. Al mostrarte en un instante un viaje por 20 años, es aún más contrastante. El viento del cambio es un personaje en este capítulo. Y Rock debe amoldarse a un mundo que siguió adelante mientras él vagaba por el espacio, un mundo que lo agobia y que poco guarda del que él recordaba.

Este especial de Rocko viene a decirnos que no podemos vivir en el pasado, pero podemos apreciarlo y estar agradecidos por él. Sin embargo muchos están viviendo del pasado.

Es divertido, crítico, cínico, y al igual que el especial de Los Cabezagorda, no es una calcomanía de nuestros recuerdos, sino que ha sido transmutado por el pasar de los años y los vientos de cambio, es un pedazo de los 90 que aterriza en el final de la segunda década del siglo 21.

Funciona muy bien como cosa de una sola vez, pero no quisiera ver a Rocko transformado en esto a largo plazo. Prefiero guardarlo en mi cajita de recuerdos y desempolvarla de vez en cuando, con el agregado de esta pequeña laguna en los tiempos modernos que corren.

Si alguna vez amaron a Rocko, no se pierdan este especial.