Buenos Presagios para el fin del mundo
Maybe it's all part of a great big ineffable plan. All of it. You, me, him, everything.
Esta entrada es sobre la adaptación de Amanzon del libro de Neil Gaiman y Terry Pratchett.
Good Omens es una historia de amor. Aunque no es una de esas historias de amor donde encontrarán romance y cursilerías. Es una historia de amor porque fue una promesa de Neil a Terry antes de morir (los llamo por el nombre como si fueran mis vecinos, lo siento, me subí al tren de Neil Gaiman y no tiene frenos). Es una historia de amor al mundo envuelta en ese sentido de humor británico que amo.
Anteriormente comentaba como Stardust fue un libro que leí muchos años después de ver la película, en este caso leí y vi la serie casi que a la vez. Oh la ansiedad. Y sencillamente amé ambos.
Good Omens esta basado en un libro co escrito por Neil Gaiman y Terry Pratchett que fue publicado en 1990. Por más que no les atraiga la fantasía, la comedia y el Armagedón, si quiere saber lo que realmente se siente una satisfacción única por una adaptación live action de una obra, háganse un regalo de navidad temprano y vean Good Omens.
¿Por qué al margen de que pueda gustarles o no la historia esta adaptación es, en mi humilde opinión, tan buena? Porque pasó algo que no pasa todos los días en el mundo de las adaptaciones, y es que uno de los autores de la obra original, Neil Gaiman, no sólo escribió el guión de la serie sino que estuvo en casi cada detalle de esta entrega. Y aún así a eso hay que sumarle que lo hizo por amor a su amigo, porque fue una promesa que le hizo.
Good Omens no podía fallar, y no falló.
No nos falló a los nuevos fans, no falló a los fans de casi treinta años y, quiero creer, no le falló a Terry Pratchett.
La adaptación es realmente buena, ideal diría. Respeta al libro donde debe hacerlo y cambia cosas donde debe cambiarlas para hacerlas más televisivas. Y sí, a veces soy de esas puristas que quiere ver las cosas adaptadas tal cual, pero hay que ser realistas, son medios distintos, por lo tanto las cosas funcionan de manera diferente. Estos cambios incluyen cosas como que el narrador del libro se convierte en Dios en la serie ¡Y tiene voz de mujer! Ah, y Adan y Eva son negros (as it should). Si están pensando que eso enojó a muchos cristianos no se equivocan, hasta hicieron una petición para que bajen la serie... ¡De Netflix!
Pero esta introducción ya ha sido muy larga, así que vamos a los hechos.
En la introducción nos enteramos de la verdadera edad de la tierra, que Dios no juega a los dados sino a un juego de poker en una habitación a oscuras y en el cual no te dicen las reglas, y también el signo zodiacal de la tierra.
Con este humor tan satírico e irónico Good Omens nos conduce a través de 6 episodios para que acompañemos a Aziraphale y Crowley, un ángel y demonio respectivamente, a evitar el Armagedón.
Pues resulta que todo estaba escrito en plan inefable de Dios, que nadie conoce realmente salvo Dios. Y a los 6000 años de la tierra el anticristo traería finalmente el fin de los tiempos para la humanidad, donde las fuerzas del cielo y el infierno se enfrentarían en la batalla final definitiva. Pero hay un problema, alguien perdió al anticristo.
Crowley (David Tennant) y Aziraphale (Michael Sheen) son los representantes del infierno y el cielo en la tierra, y al contrario de ser enemigos, se llevan muy bien, más que bien dirían algunos (o todos). Durante los milenios que han estado en la tierra no sólo han formado un pacto para mantener la paz en sus vidas cotidianas, sino que han formado una relación muy íntima y significan mucho más para el otro de lo que a veces están dispuestos a admitir. Cuando la tierra se ve amenazada por el inminente e inefable Armagedón ninguno de los dos está dispuesto a perder su lugar en ese mundo que aprendieron a apreciar.
Todo esto es rodeado por las profecías de Agnes Nutter, bruja. La única bruja que realmente predijo verdades, y por eso su libro de profecías no vendió ni una sola copia. Por lo que esta historia no sólo tiene ángeles, demonios y un anticristo, sino también brujas, cazadores de brujas, monjas satánicas (que hacen muy mal su trabajo), los cuatro jinetes del apocalipsis, nazis, Shakespeare, aliens, y mucha música de Queen.
Ah, pero los planes de Dios son inefables. Sin embargo, ¿quién conoce realmente los planes de Dios?
Good Omens nos entrega una historia basada en mitología cristiana, que si bien se agarra de la comedia para representarla, también envía varios mensajes a sus espectadores, mensajes de tolerancia, respecto y amor.
El cast incluye a figuras reconocidas como Michael Sheen, David Tennant, John Hamm que hacen un trabajo maravilloso. Pero además tiene otras particularidades y una de ellas es su representación del género. Los ángeles no tienen género, Crowley y Aziraphale pueden mostrarse como hombres las mayor parte del tiempo, pero la realidad es que hay cierta fluidez en sus representaciones a través de los años. De la misma manera vemos ángeles con nombres tradicionalmente masculinos ser interpretados por actrices, como es el caso de Michael, interpretada por Doon Mackichan.
Good Omens nos muestra que el infierno puede estar lleno de demonios desgraciados y sucios, pero
Por otro lado, nos demuestra que aunque los ángeles son un grupo de elitistas para los cuales el bien es más un concepto que una práctica, a Aziraphale sí le importan las personas y obrar bien más allá de lo que dicta el plan divino. Y aunque intenta ser fiel a lo que es un ángel, está lo suficientemente corrompido como para obrar por su cuenta por lo que cree justo.
Y es por esto que Crowley y
Aziraphale se entienden tan bien, porque ninguno siente que pertenece demasiado
con los de su propia especie, ambos ya están demasiado humanizados para seguir
pensando en sí mismos como algo puramente divino, y pueden encontrar en el otro
un reflejo de lo que son o intentan ser. Es por esto que su mayor esperanza
para salvar el mundo es que el anticristo no sea ni malvado ni bueno, sino
simplemente humano.
Good Omens está lleno de pequeñas
grandes verdades sobre el mundo, ocultas detrás de ese humor británico
sarcástico y cínico que tanto amo. Es un cuento de hadas caótico y ridículo, lleno de situaciones tan divertidas como extrañas procedentes de una imaginación envidiable.
Tanto David Tennant como Michael
Sheen hacen un gran trabajo, y como si no fuera poco, el soundtrack que nos
acompaña episodio a episodio es Queen. Porque todos saben que cualquier disco
que pasé más de 15 días en un auto se convierte automáticamente en Queen.
Quizás existe un plan inefable y todos somos parte de él, o quizás estamos librados a nuestra propia suerte. ¿Quién sabe realmente? Pero ya sea que somos sólo cartas en el poker celestial o dueños de nuestra propia historia, el mundo está ahí para que lo conozcamos.
Esta es una serie para divertirnos y para hacernos sentir que podemos ser mejores. En una serie que sencillamente me hizo sentir bien. Hay muchas series que me gustan, que me hacen pensar o me fascinan, pero no es tan sencillo que te hagan sentir bien.
Podría extenderme por décadas explayándome más sobre la representación de género, o la relación de Crowley y Aziraphale, o de cada uno de los los personajes que aportan lo suyo para hacer esta historia tan importante, pero creo que el punto está claro, y es que pocas cosas y en apariencia tan sencillas me han llegado tanto como Good Omens, para lo demás habrá tiempo y palabras.
Podría extenderme por décadas explayándome más sobre la representación de género, o la relación de Crowley y Aziraphale, o de cada uno de los los personajes que aportan lo suyo para hacer esta historia tan importante, pero creo que el punto está claro, y es que pocas cosas y en apariencia tan sencillas me han llegado tanto como Good Omens, para lo demás habrá tiempo y palabras.
There never was an apple, in Adam's opinion, that wasn't worth the trouble you got into for eating it.
Por qué ésta serie no se llevó todos los Emmy's? Propongo incendiar las respectivas casas de los jurados que nominaron las categorías por incumplimiento de su deber y una falla crítica a su juramento de honor.
ResponderEliminarPD: Dios los shippea (?
Dios definitivamente los shippea. Y también Michael Sheen.
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